
Estamos en medio de una gran revolución tecnológica por lo que resulta complejo en esta nueva era hablar de la transformación de la educación sin considerar las recientes herramientas de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, las cuales ratifican un cambio estructural en la forma de enseñar. El año 2007 marcó un hito importante con el inicio del uso de los teléfonos inteligentes a través de los cuales las personas flexibilizamos los aspectos cognitivos para ser capaces de aprender cosas nuevas.